sábado, 4 de junio de 2011

El camino...


Camina solo por la noche, en esas inmensas calles, viendo increibles casas Victorianas de las que no puede evitar enamorarse, y respirando profundo un aire, que a pesar de ser igual que en todos lados, le sabe distinto.
Y deja que así pase el tiempo, mientras camina y disfruta, guiñando el ojo a princesas que se cruzan en su camino, sin buscar nada a cambio, solo que su mirada se clave en el unos instantes. En esos ojos brillantes, que dudo mucho que ya dejen de brillar nunca. Brillo producido por las lagrimas que un dia corrieron, por la cantidad de meteduras de pata que había decidido practicar.
Y seguría buscando su senda, por aquella ciudad tan grande, donde los autobuses rojos de dos plantas y aquellos taxis enormes, dibujaban las calzadas, tornandose incluso vanguardista.
Donde los enormes carteles publicitarios del centro siempre le impactarían al pasar por delante de ellos.
Donde un reloj no tan grande, sería la aficion del turista, y un rio, tan sucio y limpio como cualquiera, que nace en Gloucestershire, y desemboca en el mar del Norte, partirá el corazón de este sitio, donde Jack el Destripador y el gran Sherlock Holmes, seguirían siendo leyenda mientras el buscaba su verdadera historia...

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